La nutrición y la salud bucal están entrelazadas de manera simbiótica, influyéndose
mutuamente y desempeñando un papel crucial en el bienestar general. Un déficit nutricional
puede perjudicar la salud oral, al igual que los problemas bucales pueden impactar en los
hábitos alimenticios, llevando incluso a la desnutrición. Diversas investigaciones han
destacado cómo los problemas de salud oral aumentan el riesgo de enfermedades crónicas,
como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Por ejemplo, las enfermedades periodontales se han relacionado con la diabetes mellitus y
las enfermedades cardiovasculares. Los pacientes con pérdida de piezas dentales, a
menudo tienen dificultades para comer alimentos más duros, lo que puede afectar a su
elección alimentaria y nutricional.
Hay muchas formas específicas en que la nutrición puede afectar la salud bucal. Los más
importantes incluyen:
- Tu dieta
- La frecuencia con la que se come
- Los niveles de saliva
- La hidratación
La elección de alimentos también puede impactar directamente en la salud bucal. Algunos
alimentos, como frutas ácidas, almidones y azúcares simples, pueden dañar el esmalte y
fomentar el crecimiento bacteriano. Es esencial considerar la frecuencia y combinación de
los alimentos para promover una buena salud bucal.
Además, espaciar las comidas en lugar de picotear constantemente a lo largo del día es
importante para reducir el contacto frecuente de los alimentos con los dientes y encías, lo
que podría deteriorar el esmalte por los cambios de ph salival que se producen.
Por último, la hidratación adecuada es esencial para mantener niveles saludables de saliva
y eliminar los alimentos que promueven la caries dental.
Los grupos de especial importancia
Existen grupos de población particularmente susceptibles a problemas de salud bucal, como
mujeres embarazadas, niños, adolescentes, y personas de avanzada edad. Estos
grupos se beneficiarían de un enfoque en la nutrición para apoyar su salud bucodental.
Para mantener una buena salud en los dientes y encías, es importante incluir nutrientes
como calcio, zinc, probióticos, antioxidantes y vitamina D en la dieta. En resumen, la
nutrición y la salud bucal están estrechamente relacionadas. Al adoptar una dieta
equilibrada y cuidar de la salud oral, se puede promover una sonrisa radiante y una óptima
salud bucodental a largo plazo